UN REGALO DE LA MAQUINISTA DE LEVANTE

Tras haber fundado en ciudad de La Unión, la Editorial Levante en 1918, al año siguiente sale por primera vez publicado el Boletín de la Editorial Levante, cuyo director fue Pedro García Valdés. Se editaba en la calle Bailén 10, la conocida calle, entre los historiadores, como “la calle de los poetas”, pues allí nacieron, residieron y fallecieron, muchos de nuestros literarios unionenses. Dicho boletín sale de las tintas, del establecimiento tipográfico de Cartagena de Manuel Carreño, conocido como “Imprenta M. Carreño”, siendo publicado su primer número en 1919, el segundo número en enero del año siguiente, el tercero en marzo, el cuarto en mayo, el numero 5 en agosto y el sexto y último en el mes de noviembre de ese mismo año, 1920. Dicha editorial (Editorial Levante) y esta vez dirigida por Andrés Cegarra Salcedo, saca a la luz una crónica ilustrada y publicada de forma anual, “La Fiesta del Taller” (año 1924), se trata de una publicación de propaganda social y difusión del progreso industrial español, su segunda crónica y última, salía editada al año siguiente en 1925. Estas crónicas eran repartidas para los empresarios y ciudadanos de La Unión de forma gratuita, en esa ocasión eran imprimidas en la imprenta “La Levantina de Artes Gráficas”.
En el intervalo de los años 1924 y 1928, también salen 5 ediciones de otras publicaciones como la de “Almanaque”, imprimidas anualmente en los mismos talleres que la anterior.
Pero centrándonos en el motivo del articulo, decir que el 4 de julio de 1924, D. Alberto Collado Ruiz, firmaba un oficio haciendo constar que “La Maquinista de Levante” estaba muy agradecida por la publicación del folleto titulado “La Fiesta del Taller”. En dicho documento acuerdan hacer un obsequio a su autor D. Andrés Cegarra Salcedo, con el propósito de premiar sus singulares dotes de inteligencia y envidiables aptitudes Literarias, concurrentes en tan gran amante de la ciudad de La Unión. La satisfacción que el conocimiento de la idea produjo, hizo decidir que la empresa industrial admitiera la colaboración de todos los unionenses, con el fin de regalar a Andrés Cegarra, una estación completa, receptora de telefonía sin hilos,  para que pudiera llegar hasta él, las conferencias y conciertos que emitían por la radio, ya que la enfermedad que le aquejaba le tenía recluido en su casa, desde hacía más de ocho años, impidiéndole experimentar las sensaciones artísticas que todos podían gozar.
Andrés  estuvo disfrutando de aquel regalo realizado por la Maquinista de Levante, durante los cuatro años que le quedaron de vida. Y para poder corroborar aquel hecho, no hay mejor prueba que una fotografía realizada por su hermana María Cegarra, en 1927. En ella podemos ver, al agraciado por el detalle, en la casa familiar de la calle Bailén 10, disfrutando de aquel aparato radiofónico de la época. Hemos podido disfrutar de aquella instantánea, gracias al detalle de los sobrinos nietos de Andrés y María, que hace unos años la proporcionada al Archivo Municipal de La Unión.


Autor: Francisco Silvente

Comentarios