UNA INAUGURACÓN TEÑÍDA DE NEGRO
Transcurría el año 1947 y nuestra Asamblea Local de Cruz Roja en La Unión, a primeros de
ese año, estrenaba nueva sede en la calle Mayor. Tras casi medio siglo (1909-1947)
había estado compartiendo local, con a la Brigada Municipal de Bomberos de La Unión, en
el número 6 de la calle Cruz Roja (renombrada como C/ José Páez Ríos, a partir
de 12-5-1939). Dicho local se encontraba en la parte trasera, del teatro
perteneciente a la cooperativa, Sociedad “El Gimnasio” (hoy plaza frente a la
Policía Local).
Tras la desaparición de la Brigada de
Bomberos (10-3-1922), Cruz Roja se haría a cargo, asumiendo durante un tiempo, del
servicio municipal de apagar los incendios y socorrer a los accidentados en la
minería. Por eso no es de extrañar, que en ambas instituciones, se repitan
nombres de personalidades conocidas de la época con cargos dentro de ellas.
Presidía Cruz Roja, D. Enrique
Viviente Rael, desde finales de los años 30, hasta 1963. El señor Viviente, había
llegado desde su localidad natal, San Pedro del Pinatar, para cubrir plaza como
médico titular en Portmán. Allí, en septiembre de 1935 nace su hijo Enrique
Viviente López, quien fuera también Presidente de CRE (1963-1999),
trasladándose para ocupar plaza vacante en
La Unión a partir de 1939. Enrique tuvo que afrontar los años más difíciles de
la guerra y postguerra, como médico, a la vez era el elegido, Presidente de la
Asamblea Local de Cruz Roja.
Esta Asamblea, fundada en el verano
de 1909, no había disfrutado de ninguna ambulancia motorizada, hasta que llegó
un vehículo de esas características, gracias las gestiones llevadas a cabo
desde Murcia, por el Coronel Jefe e Inspector Provincial de Destacamentos y Tropas de CRE en la
provincia de Murcia (la denominada “Brigada 31”), Don Salvador Aznar Vidal,
quien fuera uno de las tres personalidades que gestionaran y fundaran, la
primera Ambulancia (denominación de una Asamblea Local) de Cruz Roja, en el
municipio minero de La Unión (18-7-1909) y que en los años 40 ostentaba el
cargo de Presidente de Honor de la Asamblea de La Unión.
Salvador Aznar, junto a Hermenegildo
Cano Vicedo y Adolfo Ballester Pérez, fueron los principales impulsores
fundadores, para que La Unión contara con una gran Ambulancia, en la que se
llegó a disponer de casi dos centenares de puestos disponibles con personal,
dentro de las seis secciones que existían en esos años.
Las gestiones llevadas a cabo por Sr. Aznar y la donación por parte del Inspector General de Parques y Ambulancias de la Asamblea Suprema de Cruz Roja, D. Teodoro Camineros, hace que La Unión
disponga de su primer vehículo ambulancia a motor, un “De Soto” de 32 caballos de potencia.
Domingo, día 27 de abril de 1947,
llega el día en que esta Asamblea esta de fiesta. Las Tropas de la Cruz Roja,
sus jefes y oficiales, autoridades militares y civiles del municipio de La
Unión, se preparan para desfilar por la calle Mayor, pero antes de dar comienzo al majestuoso desfile, el
poder eclesiástico con el Vicario de la Diócesis de Cartagena, además del
Párroco de Ntra. Sra. del Rosario, D. José Lozano Herrero (vicepresidente de
CRE), frente al Alcalde del municipio D. Francisco Barrionuevo Sánchez; D.
Enrique Viviente Rael, Presidente de la Asamblea; D. Salvador Aznar Vidal,
Coronel Jefe e Inspector Provincial; D. Hermenegildo Cano Vicedo, miembro del comité
Local y otras autoridades de Cruz Roja Cartagena y Murcia, bendecía el flamante
vehículo de color gris perla, luciendo en los guarda-ruedas de la carrocería, sobre
circunferencia de color blanco, la cruz en rojo, emblema de la institución
desde que el fundador e ideario, Henri
Dunant, lo creara para Cruz Roja.
La inauguración del vehículo se hizo,
en el lado de la calle Mayor, donde los
edificios allí situados, tuvieron enumeraciones pares y frente al edificio de Joaquín Peñalver Nieto, en el que esta situada la Asamblea Local de Cruz Roja.
Todo hasta ahí era un día normal y
feliz, un Domingo en el que el local que había estrenado recientemente Cruz
Roja La Unión, acogía a todos los que por allí pasaron a ver el acto inaugural.
Desde Cartagena vino para acompañar a las tropas de La Unión en el desfile, la
Banda de Música de Cruz Roja perteneciente a la Asamblea de Cartagena, formada
por 26 músicos y su Director. Se celebró misa solemne en la Iglesia de Ntra.
Sra. del Rosario; desfile por la calle, tanto de los vehículos incluido la
nueva Ambulancia, como de las Tropas, banda, etc. Una vez terminado los actos,
dicha banda y sus integrantes, se proponían regresar a la ciudad vecina de
Cartagena, cuando a la altura entre La Esperanza y Los Partidarios, el vehículo
de grandes dimensiones en el que viajaban, un camión, se accidentaba volcando
y con ello saliendo despedidos a la cuneta, varios de sus ocupantes. Los heridos, eran trasladados para ser atendidos, a varios de los hospitales de Cartagena, entre ellos al Hospital Militar de Marina, al de la Caridad, etc. resultando muchos de ellos muertos en el acto. La lista de fallecidos, recogía los
nombres de:
Juan
Bastida Martínez, Daniel Tomás Tomás, José Nicolich Lorente, José Pérez
Angosto, Vicente Baeza Lledó, José Catalá Oller y Francisco Preciados Herrera,
aunque este último su defunción fue posterior, ya que en un principio fue
rescatado como uno de los heridos y que debido a su estado de gravedad, su
final fue trágico.
El día de los funerales permanecieron
cerrados, muchos de los comercios de la ciudad portuaria, asistiendo al cortejo
fúnebre cientos de vecinos. Algunos de los fallecidos fueron enterrados en la
fosa que Cruz Roja de Cartagena posee en el Cementerio de los Remedios.
En los próximos días, en
honor a los siete fallecidos, se levantó un monolito, en el punto kilométrico
de la tragedia.
Autor: F. Silvente Glez.
Comentarios
Publicar un comentario